Hola, soy de Ecuador. Antes de fallecer mi hijo tuve pesadillas. Vi cómo intentaban entrar unos espíritus malos a mi casa por la ventana. Yo los reprendí en el nombre de Jesús y me desperté diciendo «te reprendo en el nombre de Jesús», estaba sudada, cansada y tenía muy alterado el pulso. Después de unos días mi hijo convulsionó, lo llevé a una clínica donde no le dieron primeros auxilios y sufrió muerte cerebral. Eso fue el 24 de marzo 2020 y él falleció el 26 de marzo. Tenía 14 años. Ahora tuve un sueño en el cual vi una foto de él y yo le decía a mi esposo «¿por qué no pudieron cuidarlo?» Empecé a desesperarme porque no lo encontraba. Desesperada comencé a gritar su nombre y él no aparecía. Después tuve miedo por la misma razón. Finalmente se demoró en llegar pero ahí estaba. Sin embargo nos dividía un cerco de alambre. Yo le dije: «ven mi amor, pasa». Incluso, el alambre estaba alzado para que pudiera cruzar pero él estaba como asustado o triste. Justo en ese momento me llamaron y ahí terminó el sueño. Yo quería abrazarlo cuando falleció, su rostro reflejaba tristeza, era nuestro único hijo. A los 3 ó 4 días después de su partida le pedí a Dios que me mostrara si mi hijo estaba bien ya que casi no sueño. Esa noche soñé que una voz fuerte me decía «tráelo al tabernáculo». Lo llevé y me dijo la voz «ponle el oxígeno». Abrí la caja, se lo puse y pude ver con claridad que mi niño cambiaba su color de piel; nuevamente estaba caliente y nos abrazamos. En ese momento vino paz y alegría a mi corazón pero el siguió caminando. Espero me pueda ayudar, gracias.

IRMA, algunos espíritus deciden no estar mucho tiempo en la tierra porque sienten que no pueden enfrentar las dificultades y los sufrimientos que les depara el futuro. Por eso anhelan regresar para estar cerca de Dios. Tu primera pesadilla anunciaba el sufrimiento que sentirías por la futura ausencia de tu hijo y te preparaba para eso. En el segundo sueño, deben comprender tú y tu esposo que solamente dejaron de verlo físicamente pero su espíritu los acompaña, es el ángel que guiará sus vidas. Cuando lo ves triste y desorientado eso significa que todavía su espíritu no había asimilado que no tenía el cuerpo y no entendía por qué ustedes no le respondían cuando les hablaba. Ahora él sabe que se puede comunicar por medio de los sueños aunque estén en planos diferentes (esa es la cerca que los separa). Tu amor de madre le demostró que siempre vas a estar ahí para él. Por eso en el tercer sueño la voz que escuchaste era la voz de Dios que anunciaba que tu hijo se encuentra en su presencia y no ha muerto porque su espíritu es eterno. Sentiste paz y alegría ya que tu corazón de madre sabe que él está bien. Te aconsejo que cada día de tu vida, al despertar, lo saludes porque su espíritu está en el entorno aunque no lo veas.

Un abrazo,

Candy

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